La correcta técnica de amamantamiento es un factor decisivo en la instalación y mantención de la lactancia, errores en ésta desencadenan problemas tanto para la madre como para el niño(a).
La técnica contempla:
I. La correcta posición de la madre: involucra comodidad con la espalda bien apoyada. En el caso de estar sentada la madre puede apoyar sus piernas sobre un banquillo, con el objetivo de elevar las piernas y mejorar la postura. Y en el caso de estar acostada, debe acomodar la espalda y utilizar cojines de apoyo.
II. La correcta ubicación del niño(a): el cual debe estar frente al cuerpo de la madre (“guatita con guatita”) en un mismo eje. Además es importante mencionar que el niño(a) debe estar con su tenida de lactancia, lo que significa con la menor ropa posible.
III. Correcto acoplamiento de la boca del niño(a) al pecho de la madre: labios evertidos alrededor de la areola y la lengua se ubica adecuadamente, y el niño(a) cubre pezón y areola con toda su boca. No debe haber más de de 1 cm entre la nariz del niño(a) y la mama.
La madre siempre debe ofrecer el pecho en C (los 4 dedos por debajo de la mama y el pulgar por encima, ubicado detrás de la areola), la madre estimula el labio inferior del niño(a) para que abra la boca, en ese momento acerca el niño(a) al pecho.
I. Frecuencia y duración de la mamada: La frecuencia debe ser a libre demanda, y la duración debe ser la necesaria para que el niño(a) logre extraer toda la leche de una mama, asegurándose de tomar los dos tipos de leche (hídrica y grasa). Un buen signo es que la mama quede blanda y cómoda.
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